Cuando un padre o una madre busca un sitio donde dejar a sus hijos e hijas durante el día, el primer aspecto a valorar del lugar es la seguridad. El patio de la guardería tiene que ser un lugar seguro y cómodo, y qué mejor que sea sobre un césped artificial. A continuación te enseñaremos los puntos a favor para poner un césped artificial en guarderías o jardines de infancia:
Un césped artificial en guarderías es seguridad garantizada
Como se ha comentado anteriormente, el hecho de tener un césped artificial en guarderías puede otorgar al área de juego, donde los niños pasan el tiempo, un seguro ante bichos, bacterias e insectos sin perder la comodidad y suavidad, ya que, el césped artificial está preparado para que estos inconvenientes no aparezcan por la humedad.
A la hora de elegir un césped artificial para niños es importante valorar que sea suave y no produzca rozaduras en la piel de los más pequeños, ya que la mayoría de movimientos y juegos se realizan en el suelo, debido a que están aprendiendo a andar y algunos gatean.
El concepto “césped” recuerda a los padres y madres el término alergias, al no tratarse de un césped natural (aunque tenga los mismos beneficios para niños) no hay peligros de que aparezcan alergias a la humedad, pesticidas o repelentes que se utilizan para el cuidado de éste. Por esta razón el césped artificial en guarderías es la mejor opción para los niños.
¿Por qué un césped artificial puede favorecer al desarrollo de los niños?
Los niños y niñas que acuden a una guardería obtienen un crecimiento notable en su progreso cognitivo y motriz, un césped artificial en un jardín de infancia otorga amortiguación a los más pequeños ante caídas y golpes, por lo que los niños pueden desarrollar sus capacidades de forma segura.
Un césped artificial en una guardería se adapta a todo tipo de clima, no acumula humedad, y en los días de intenso calor este tampoco lo absorbe, por lo tanto asegura protección contra quemaduras que un suelo sin césped artificial no tendría.
Además, los pequeños pueden caminar descalzos al aire libre, lo que puede ayudar al progreso de aprender a caminar, por ejemplo.
El césped artificial da vida al patio de recreo
La mayoría de jardines de infancia cuando se ven desde fuera, transmiten cierto nivel de inexpresividad, aunque en las aulas suceda totalmente lo contrario. A la hora de incorporar un césped artificial en una guardería, a parte de los beneficios ya mostrados, da color y vida a la zona.
Los niños pueden pasar tanto tiempo fuera como dentro del aula, ya que en la guardería se lleva a cabo todo tipo de actividades, ya que, gracias al césped artificial pueden gatear y jugar en el suelo igual que en el interior. Es bonito ver un jardín de infancia con niños jugando en el exterior, y con este tipo de producto, es posible.
Además, el mantenimiento de un césped artificial es muy fácil de gestionar, ya que no requiere de una atención especial, lo que hace que el monitor/a se centre en los niños y no tenga que contratar un servicio extra.
Sólo con cepillar el césped artificial de forma periódica, por ejemplo una vez cada dos días después de clases, se puede mantener como el primer día y regarlo una o dos veces al mes para limpiarlo con eficacia y poder alargar la frescura tradicional de un césped natural. También es recomendable emplear un perfume higienizador, para evitar que se asienten bichos o insectos, y restituir la arena de sílice para que permanezca vertical y ayude a la amortiguación de los más pequeños.
Fomenta la relación naturaleza - enseñanza
El verde es sinónimo de esperanza, limpieza, salud y naturaleza, todas estas características se transmiten a una guardería con tan sólo añadir un césped artificial.
La ambientación es fundamental en un jardín de infancia, la sensación de naturaleza evoca a los niños a jugar con mayor efusividad y a crear historias basadas en cuentos y películas, lo que ayuda también a la integración del grupo en un mismo área de juego. A la vez que el césped artificial en los jardines de infancia proporciona seguridad ante posibles caídas y magulladuras de los niños y niñas, esta tranquilidad favorece a su desarrollo y a su aprendizaje dentro de la guardería.
Por lo tanto, al integrar la naturaleza dentro de la enseñanza gracias al césped artificial ayuda al crecimiento de las nuevas generaciones en un entorno en una guardería totalmente diseñada para ellos.
Resumen
Un césped artificial en guarderías otorga seguridad.
Favorece el desarrollo de los más pequeños al aire libre.
El hecho de tener un césped artificial da vida y color al jardín de infancia.
Fomenta la relación naturaleza – enseñanza en guarderías.